Suplementos para la Salud del Cartílago Articular 

El cartílago es el tejido conectivo fibroso y elástico que existe en todo el cuerpo y sirve para varios propósitos.1 El cartílago articular, conocido como cartílago articular, cubre los huesos en lugares como la rodilla, la cadera y la muñeca, lo que permite que los huesos de una articulación se deslicen suavemente. uno sobre el otro y absorber el impacto.1 El daño del cartílago es una lesión común que puede ocurrir por una lesión repentina o por el desgaste gradual,2 el último de los cuales puede conducir a la osteoartritis, una forma común de artritis caracterizada por dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones que resulta de la ruptura parcial o completa del cartílago articular.3 La salud del cartílago articular es un problema importante de salud pública: más de 90 millones de estadounidenses sufren solo de osteoartritis.4 Existen muchos enfoques diferentes para apoyar la salud del cartílago, que van desde la actividad física hasta los suplementos dietéticos. 

El cartílago, que carece de vasos sanguíneos, no se cura bien por sí solo. Si bien los casos más graves de daño del cartílago pueden requerir el reemplazo de toda la articulación u otra intervención quirúrgica, existen medidas de autocuidado para los casos moderados. Los suplementos son una forma popular de dicho tratamiento que se ha encontrado que alivia el dolor articular y reduce la inflamación articular. Específicamente, los suplementos de glucosamina (GlcN) y sulfato de condroitina (CS) han sido objeto de muchos estudios, la mayoría de los cuales corroboran su eficacia para mejorar la salud del cartílago, pero algunos no fueron concluyentes. 

GlcN es un tipo de glicosaminoglicano (un polisacárido que contiene grupos amino) que existe naturalmente en el cartílago y que puede retrasar la degeneración y reducir el dolor osteoartrítico cuando se administra por vía oral.5 GlcN tiene múltiples propiedades que le permiten lograr estos efectos fisiológicos. Su principal mecanismo de acción es reducir la inflamación asociada con la OA; reduce la expresión de la proteína quinasa activada por mitógeno p38 (MAPK) y la quinasa N-terminal c-Jun (JNK), factores asociados con la inflamación relacionada con la OA.6 La GlcN también tiene propiedades antioxidantes. Al igual que los antioxidantes curcumina y vitamina E, la GlcN puede aliviar el dolor y restaurar la función articular en pacientes con OA.7 Existen varios mecanismos posibles para este efecto, incluida la capacidad de la GlcN para regular al alza los niveles de enzimas antioxidantes y suprimir los niveles de radicales de oxígeno dañinos.8 Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la glucosamina no mejora la OA: Kwoh et al. estudió la estructura de la articulación de la rodilla de personas con dolor crónico de rodilla utilizando imágenes de resonancia magnética y no encontró cambios después de un tratamiento con GlcN de 24 semanas.9 Resultados como estos demuestran la necesidad de realizar más estudios sobre la eficacia de GlcN. 

Al igual que la GlcN, la CS también es un componente natural del cartílago y es en parte responsable de su resistencia y elasticidad10. Además de su efecto antiinflamatorio, la CS también resuelve los síntomas de la OA al aumentar la síntesis de colágeno tipo II y proteoglicanos, componentes del cartílago, en condrocitos.11 CS tiene efectos anti apoptóticos; se ha encontrado que reduce el número de eventos de apoptosis in vitro e in vivo.12 

La S-adenosilmetionina (SAMe) es otro compuesto entre los suplementos para la OA que, al igual que los dos primeros, ha demostrado ser eficaz en gran medida para mejorar la salud del cartílago. La SAMe se sintetiza a partir de la metionina y el ATP y está involucrada en varias vías bioquímicas.13 Un posible mecanismo de acción exclusivo de la SAMe se relaciona con su efecto observado en el hígado. La enfermedad hepática alcohólica puede surgir por la disminución de los niveles de SAMe porque SAMe funciona para reducir el estrés oxidativo.13 Este mismo fenómeno puede ocurrir en las articulaciones, lo que podría explicar por qué tomar SAMe como suplemento ayuda a reducir el dolor articular. 

Referencias 

1. MD, E. K. What Is Cartilage? Arthritis Health https://www.arthritis-health.com/types/joint-anatomy/what-cartilage. 

2. Cartilage damage. National Health Service https://www.nhs.uk/conditions/cartilage-damage/ (2017). 

3. Osteoarthritis (OA) | Arthritis. CDC. https://www.cdc.gov/arthritis/basics/osteoarthritis.htm (2020). 

4. Krishnan, Y. & Grodzinsky, A. J. Cartilage Diseases. Matrix Biol. J. Int. Soc. Matrix Biol. 71–72, 51–69 (2018). doi:10.1016/j.matbio.2018.05.005

5. Al-Saadi, H. M., Pang, K.-L., Ima-Nirwana, S. & Chin, K.-Y. Multifaceted Protective Role of Glucosamine against Osteoarthritis: Review of Its Molecular Mechanisms. Sci. Pharm. 87, 34 (2019). 

6. Wen, Z.-H. et al. Glucosamine sulfate reduces experimental osteoarthritis and nociception in rats: association with changes of mitogen-activated protein kinase in chondrocytes. Osteoarthritis Cartilage 18, 1192–1202 (2010). 

7. Cheng, D. W. et al. An analysis of high glucose and glucosamine-induced gene expression and oxidative stress in renal mesangial cells. Arch. Physiol. Biochem. 112, 189–218 (2006). 

8. Mendis, E., Kim, M.-M., Rajapakse, N. & Kim, S.-K. Sulfated glucosamine inhibits oxidation of biomolecules in cells via a mechanism involving intracellular free radical scavenging. Eur. J. Pharmacol. 579, 74–85 (2008). 

9. Kwoh, C. K. et al. Effect of Oral Glucosamine on Joint Structure in Individuals With Chronic Knee Pain: A Randomized, Placebo-Controlled Clinical Trial. Arthritis Rheumatol. 66, 930–939 (2014). 

10. Henrotin, Y., Mathy, M., Sanchez, C. & Lambert, C. Chondroitin Sulfate in the Treatment of Osteoarthritis: From in Vitro Studies to Clinical Recommendations. Ther. Adv. Musculoskelet. Dis. 2, 335–348 (2010). 

11. Wang, L., Wang, J., Almqvist, K. F., Veys, E. M. & Verbruggen, G. Influence of polysulphated polysaccharides and hydrocortisone on the extracellular matrix metabolism of human articular chondrocytes in vitro. Clin. Exp. Rheumatol. 20, 669–676 (2002). 

12. Jomphe, C. et al. Chondroitin sulfate inhibits the nuclear translocation of nuclear factor-kappaB in interleukin-1beta-stimulated chondrocytes. Basic Clin. Pharmacol. Toxicol. 102, 59–65 (2008). 

13. Hosea Blewett, H. J. Exploring the mechanisms behind S-adenosylmethionine (SAMe) in the treatment of osteoarthritis. Crit. Rev. Food Sci. Nutr. 48, 458–463 (2008). 

Efectos en la Salud por Luz Azul

A medida que el trabajo, la escuela y gran parte de la vida diaria se vuelven cada vez más dependientes de las computadoras, crece la preocupación sobre el efecto del uso de pantallas en el sueño y el funcionamiento del cerebro en la comunidad científica. Algunos estudios indican que la exposición a la luz durante la noche, especialmente la luz azul, puede estar relacionada con condiciones de salud crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.1–3 En un estudio de Harvard, los investigadores cambiaron los horarios de sueño de los participantes para alterar su ritmos circadianos y notaron que sus niveles de azúcar en la sangre aumentaron mientras que sus niveles de leptina, una hormona que regula la sensación de saciedad, disminuyeron4. Comportamiento y mala higiene del sueño, los cuales han demostrado ser perjudiciales para la salud humana.

La luz juega un papel integral en las respuestas circadianas humanas, regulando el sueño y el estado de alerta al suprimir la liberación de la «hormona del sueño», la melatonina. Hace unos 20 años, los científicos descubrieron que el ojo humano contiene no solo fotorreceptores visuales para detectar cambios en el color y la luz, sino también células ganglionares de la retina fotosensibles que desencadenan respuestas circadianas.3 Estas células son particularmente sensibles a la luz azul, probablemente porque estas longitudes de onda de luz (415-455 nm) también se encuentran en el cielo. Durante el día, la exposición a la luz azul se asocia con una mayor atención, estado de ánimo y tiempos de reacción, pero por la noche suprime la melatonina y cambia los ritmos circadianos más que cualquier otro color de luz.4

La luz azul concentrada también puede tener un efecto directo sobre la retina del ojo, causando lesiones fotoquímicas. La luz azul contiene más energía que la mayoría de los otros colores, y la exposición a largo plazo puede causar fatiga visual y miopía.5 Una mayor exposición a la luz solar, que se compone principalmente de luz azul, es un factor de riesgo para la formación de cataratas.

Un estudio publicado en 2020 encontró que un tercio de los participantes del estudio usaba un dispositivo emisor de luz azul de 9 a 11 horas por día y otro 16 % usaba los dispositivos de 12 a 14 horas por día.6 A pesar de la investigación no concluyente sobre los vínculos entre la luz azul y condiciones físicas, pasar más tiempo frente a una pantalla se asocia con depresión moderada a severa.7 Las implicaciones de esta investigación son especialmente preocupantes para los niños y adolescentes, que son más susceptibles a las fluctuaciones en los ritmos circadianos y los efectos negativos de la luz en el funcionamiento cerebral y el rendimiento académico.

Existen varios métodos para mejorar o disminuir los efectos de la luz azul, pero la mejor solución es reducir el tiempo de pantalla por la noche. Los científicos sugieren usar luces rojas tenues para las luces nocturnas, ya que es menos probable que las longitudes de onda rojas alteren los ritmos circadianos y supriman la producción de melatonina. Para computadoras y teléfonos, existen aplicaciones gratuitas que filtran las luces azules y verdes por la noche, incluidas f.lux y Twilight. Los anteojos para luz azul también pueden ser útiles: un estudio de la Universidad de Toronto descubrió que los participantes que usaban anteojos para luz azul cuando se exponían a la luz brillante tenían niveles de melatonina similares a los de los participantes en ambientes oscuros por la noche.3 Muchas luces LED, aunque son más respetuosas con el medio ambiente que sus contrapartes incandescentes, emiten más luz azul que las bombillas tradicionales que emiten mucho más calor que luz. Como las luces LED son relativamente nuevas, no existen estudios a largo plazo sobre los efectos de los LED a lo largo de la vida humana. Para reducir la emisión de luz azul, existen películas y cubiertas para bombillas LED que pueden calentarlas. Finalmente, pasar tiempo al aire libre durante el día puede restaurar los ritmos circadianos naturales y reducir los patrones de sueño inusuales. La luz azul puede ser necesaria para gran parte de la vida diaria, pero es posible reducir los posibles efectos secundarios de la luz azul y puede ser útil limitar el uso de pantallas fuera del trabajo y la escuela.

Referencias

1. Cho Y, Ryu SH, Lee BR, Kim KH, Lee E, Choi J. Effects of artificial light at night on human health: A literature review of observational and experimental studies applied to exposure assessment. Chronobiology International. 2015;32(9):1294-1310. doi:10.3109/07420528.2015.1073158

2. Opperhuizen AL, Stenvers DJ, Jansen RD, Foppen E, Fliers E, Kalsbeek A. Light at night acutely impairs glucose tolerance in a time-, intensity- and wavelength-dependent manner in rats. Diabetologia. 2017;60(7):1333-1343. doi:10.1007/s00125-017-4262-y

3. Fleming A. The truth about blue light: does it really cause insomnia and increased risk of cancer?https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2018/may/28/blue-light-led-screens-cancer-insomnia-health-issues. Published May 28, 2018. 

4. Harvard Health Publishing. Blue light has a dark side: What is blue light? The effect blue light has on your sleep and more. Harvard Medical School. https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/blue-light-has-a-dark-side. Published July 7, 2020.

5. Li H, Zhang M, Wang D, et al. Blue Light from Cell Phones Can Cause Chronic Retinal Light Injury: The Evidence from a Clinical Observational Study and a SD Rat Model. Koike C, ed. BioMed Research International. 2021;2021:1-13. doi:10.1155/2021/3236892

6. Bahkir F, Grandee S. Impact of the COVID-19 lockdown on digital device-related ocular health. Indian J Ophthalmol. 2020;68(11):2378. doi:10.4103/ijo.IJO_2306_20

7. Madhav KC, Sherchand SP, Sherchan S. Association between screen time and depression among US adults. Preventive Medicine Reports. 2017;8:67-71. doi:10.1016/j.pmedr.2017.08.005

Cómo las Ortesis Corrigen la Postura

Las ortesis son tecnologías de asistencia que pueden abordar muchos problemas musculoesqueléticos al corregir la posición y/o respaldar la función adecuada [1]. El tipo más común es el inserto para zapatos. Desde el auge de las técnicas de creación rápida de prototipos, las ortesis se han vuelto más personalizadas para pacientes individuales y, por lo tanto, más efectivas que nunca [1]. Una función central de las ortesis es corregir la postura [1].

En un estudio de caso de un paciente masculino de 59 años con espondilitis anquilosante (EA), un dispositivo ortopédico pudo aliviar algunos de los problemas posturales del paciente y, por lo tanto, posponer su posterior tratamiento quirúrgico [2]. El paciente recibió dispositivos ortopédicos para tratar su desequilibrio postural [2]. Dos semanas después de usar un talón de gel de 9 milímetros en un lado, la postura del paciente había mejorado notablemente [2]. Los investigadores creían que esta corrección exitosa podría explicarse porque la elevación del talón nivelaba la postura de la cadera del paciente para que ya no tuviera que caminar de puntillas [2]. Aunque este estudio es solo una investigación sobre las ortesis para levantamiento de talón, sugiere que las ortesis pueden promover una mejor postura al nivelar la forma de andar de los pacientes para corregir cualquier asimetría disruptiva.

Otro estudio se centró en la eficacia de las ortesis plantares para promover una mejor postura [3]. La salud del pie es crucial para una postura correcta debido al papel clave del pie como soporte, transferencia de peso y propulsión [3]. En este estudio, el dispositivo en cuestión era una tecnología de plantilla conocida como Regular Gait que soporta el arco plantar [3]. Los experimentadores monitorearon a 30 sujetos mientras usaban las plantillas RG [3]. Ninguno de los sujetos padecía enfermedades o daños en los pies [3]. Las órtesis estimularon los mecanorreceptores plantares, lo que promovió una reorganización de la postura plantar de los usuarios hasta el sistema nervioso superior [3]. Al influir en las cadenas de biorretroalimentación cinética que se originan en el nivel del pie y viajan hasta el cerebro, las plantillas ortopédicas plantares pueden mejorar significativamente la postura erguida de sus usuarios [3].

Otro medio por el cual las ortesis pueden corregir la postura es acomodar las extremidades de manera beneficiosa durante el sueño [4]. Este fue el caso en un estudio que siguió a un paciente que sufría de parálisis cerebral dipléjica espástica [4]. Una característica definitoria de la condición es el aumento del tono muscular, lo que puede llevar a los pacientes a adoptar posturas incorrectas [4]. Al disponer la rodilla del paciente de manera que mejorara su postura mientras dormía, la órtesis redujo la posibilidad de que las correcciones posturales realizadas en fisioterapia se anularan durante los períodos de descanso [4].

Por último, las ortesis también pueden mejorar la postura en condiciones tan altas en el cuerpo como la columna vertebral, como lo demuestran los experimentos con pacientes con osteoporosis [5, 6]. Pfeifer y sus colegas analizaron los efectos de una órtesis espinal, que consistía en un sistema de cinturones sujetos con velcro y una almohadilla para la espalda, en mujeres con una o más fracturas vertebrales causadas por osteoporosis [5]. Después de seis meses, el ángulo de cifosis, el balanceo del cuerpo y el dolor disminuyeron, mientras que la fuerza muscular y la capacidad funcional aumentaron [5]. Otro estudio sugirió que las almohadillas con cámara de aire colocadas en el tronco pueden mejorar la postura al activar los músculos a través de la estimulación sensoriomotora [6]. Sin embargo, el mecanismo exacto a través del cual la ortesis promovió las respuestas neurofisiológicas sigue sin estar claro, por lo que se requiere más investigación sobre este punto [6].

Desde nivelar asimetrías hasta acomodar favorablemente las extremidades durante los períodos de descanso, las órtesis pueden ayudar a corregir la postura de los pacientes con afecciones musculoesqueléticas crónicas.

Referencias

[1] J. Barrios-Muriel et al., “Advances in Orthotic and Prosthetic Manufacturing: A Technology Review,” Materials, vol. 13, no. 2, p. 1-15, January 2020. [Online]. Available: https://doi.org/10.3390/ma13020295.

[2] J. A. Lipton and L. J. Mitchell, “Orthotic Correction of Postural Unleveling in a Patient With Ankylosing Spondylitis,” The Journal of the American Osteopathic Association, vol. 114, no. 2, p. 125-128, February 2014. [Online]. Available: https://doi.org/10.7556/jaoa.2014.026.

[3] C. Oro Nobili et al., “Plantar support for a correct gait,” Italian Journal of Anatomy and Embryology, vol. 121, no. 1, p. 53, 2016. [Online]. Available: https://bit.ly/3eQKQKo.

[4] M. Leite et al., “Design for personalized medicine in orthotics and prosthetics,” Procedia CIRP, vol. 84, p. 457-461, 2019. [Online]. Available: https://doi.org/10.1016/j.procir.2019.04.254.

[5] M. Pfeifer, B. Begerow, and H. W. Minne, “Effects of a New Spinal Orthosis on Posture, Trunk Strength, and Quality of Life in Women with Postmenopausal Osteoporosis A Randomized Trial,” American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation, vol. 83, no. 3, p. 177-186, March 2004. [Online]. Available: https://doi.org/10.1097/01.PHM.0000113403.16617.93.

[6] L. Vogt et al., “Postural correction by osteoporosis orthosis (Osteo-med): a randomized, placebo-controlled trial,” Prosthetics and Orthotics International, vol. 32, no. 1, p. 103-110, March 2008. [Online]. Available: https://doi.org/10.1080/03093640701838265

Quiropráctica a Escala Global

El dolor musculoesquelético es una de las principales causas de discapacidad 1 para el cual la atención quiropráctica es clave para aliviar 2–4. Desde 1897, cuando el trabajo del quiropráctico estadounidense BJ Palmer condujo al establecimiento de la profesión quiropráctica (que literalmente significa «hecho a mano»), la práctica quiropráctica ha alcanzado una escala global 5. La práctica quiropráctica ha crecido de manera constante como disciplina en las últimas décadas, y los quiroprácticos ahora operan en aproximadamente 100 países diferentes 6, con diversos grados de accesibilidad y pautas de práctica. 

El manejo quiropráctico incluye, entre otros, ejercicios de rehabilitación, manipulaciones manuales de articulaciones y tejidos blandos, y educación del paciente. Más de la mitad de los pacientes buscan quiroprácticos para el dolor de espalda, mientras que el resto tiende a buscar tratamiento para otros dolores musculoesqueléticos, dolor artrítico y dolores de cabeza, incluidas las migrañas. Hasta una décima parte de los pacientes presentan una serie de síntomas exacerbados por un trastorno neuromusculoesquelético. 

La mayoría de los quiroprácticos trabajan en los primeros países que establecieron escuelas de quiropráctica, es decir, EE. UU. (75 000), Canadá (+7000), Australia (+4000) y el Reino Unido (+3000). Sin embargo, a pesar de su fuerte presencia global, los profesionales de la quiropráctica (y los profesionales relacionados) siguen estando insuficientemente representados en los países de ingresos bajos y medianos en lo que respecta a la prestación de servicios, las instituciones educativas y los marcos legislativos y reglamentarios 6. En Zimbabue, Malawi y Zambia, por ejemplo, casi las tres cuartas partes de los pacientes discapacitados tienen una necesidad insatisfecha de rehabilitación médica. 

Hasta la fecha, casi 50 países diferentes han establecido algún grado de legislación para reconocer, otorgar licencias y regular la profesión, generalmente a nivel nacional, pero a veces a discreción de estados o regiones individuales, como en el caso de los EE. UU. La legislación puede tener la forma de un acto quiropráctico separado, un acto quiropráctico bajo una póliza general de atención médica, o un acto quiropráctico bajo una póliza general complementaria y alternativa de atención médica. Por lo general, la legislación no exige que un paciente obtenga una remisión médica previa para consultar a un médico, y varía según los países en lo que respecta a los derechos de los quiroprácticos para realizar u ordenar pruebas de diagnóstico, como imágenes de la columna vertebral y pruebas de laboratorio 7. 

Los estándares educativos del Consejo de Educación Quiropráctica de EE. UU. se han incorporado a las Pautas sobre capacitación básica y seguridad en quiropráctica de la Organización Mundial de la Salud (2005). Curiosamente, entre los diferentes programas de quiropráctica que ahora abarcan 16 países, la mayoría se encuentran en universidades privadas de los EE. UU., mientras que la mayoría de las escuelas no estadounidenses son más nuevas y están integradas en el sistema universitario nacional 7. 

La última década se ha encontrado con una investigación quiropráctica dinámica como resultado del creciente número de aprendices de quiropráctica y nuevos fondos públicos para la investigación. En parte como resultado de esto, la quiropráctica y otras profesiones médicas han alcanzado niveles sin precedentes de colaboración en la investigación y el desarrollo de pautas de práctica clínica, ancladas principalmente en un enfoque superpuesto de la medicina preventiva en relación con las dolencias de la columna. 

Los servicios quiroprácticos de hoy, sin embargo, continúan enfrentando una serie de desafíos. No solo hay poca financiación para la educación y la investigación, sino que los costos a menudo siguen siendo elevados para los pacientes, ya sea porque los servicios quiroprácticos no están incluidos en los planes de seguro médico o porque están vinculados a planes de copago muy estrictos. Además, la contribución de los profesionales de la quiropráctica a la política sigue siendo escasa. Junto con más investigaciones en apoyo de la profesión, la representación en la toma de decisiones políticas puede proporcionar la base necesaria para la perfecta integración de los servicios quiroprácticos en un enfoque equilibrado e integral de la atención al paciente. 

La rehabilitación por parte de los quiroprácticos juega un papel fundamental para minimizar el impacto de las afecciones musculoesqueléticas y la discapacidad crónica. En general, la profesión de la quiropráctica ha experimentado un rápido crecimiento a escala mundial, aunque es probable que persista siempre que haya suficiente investigación, financiación y políticas de práctica favorables a la quiropráctica. 

Referencias 

1.       Hoy, D. et al. The global burden of low back pain: Estimates from the Global Burden of Disease 2010 study. Ann. Rheum. Dis. (2014). doi:10.1136/annrheumdis-2013-204428 

2.       Garner, M. J. et al. Chiropractic Care of Musculoskeletal Disorders in a Unique Population Within Canadian Community Health Centers. J. Manipulative Physiol. Ther. (2007). doi:10.1016/j.jmpt.2007.01.009 

3.       Dougherty, P. & Lawrence, D. Chiropractic management of musculoskeletal pain in the multiple sclerosis patient. Clin. Chiropr. (2005). doi:10.1016/j.clch.2005.03.004 

4.       Hawk, C. et al. Best practices for chiropractic management of patients with chronic musculoskeletal pain: A clinical practice guideline. J. Altern. Complement. Med. (2020). doi:10.1089/acm.2020.0181 

5.       Sportelli, L. The discovery, development and current status of the chiropractic profession. Integr. Med. (2019). 

6.       Stochkendahl, M. J. et al. The chiropractic workforce: A global review. Chiropractic and Manual Therapies (2019). doi:10.1186/s12998-019-0255-x 

7.       The Current Status of the Chiropractic Profession Report to the World Health Organization from the World Federation of Chiropractic. (2012). 

Hernia Discal Aguda y Atención Quiropráctica

La hernia de disco aguda es un problema común que enfrentan los médicos y quiroprácticos por igual. Sin embargo, algunos estudios han sugerido que la atención quiropráctica en realidad puede aumentar el riesgo de una hernia discal completa. En este sentido, un estudio reciente de Hincapié et al. trató de dilucidar la relación entre la hernia discal aguda y la atención quiropráctica.

La hernia discal aguda resulta del colapso del disco intervertebral. Hay dos causas principales de hernia discal. El primero simplemente ocurre con el tiempo, ya que el envejecimiento reduce la producción de proteoglicanos por parte de los fibrocondrocitos del disco. A su vez, el disco se deshidrata y se vuelve más quebradizo, lo que provoca tensión en el anillo fibroso, colapso del disco y hernia del material interno del disco.1 Por otro lado, la fuerza biomecánica también puede provocar fisuras en el anillo fibroso y hernia discal aguda en personas sanas, jóvenes o de mediana edad.1 Estos tipos de hernias discales agudas a menudo ocurren en personas que ejercen una gran presión sobre la espalda, como los atletas o las personas que levantan objetos pesados ​​sin protección. Los discos de la columna lumbar son los más propensos a las hernias; sin embargo, la hernia de disco relacionada con lesiones también puede ocurrir en la columna cervical o torácica.2

La hernia de disco aguda no solo está fuertemente asociada con dolor de espalda, movilidad reducida y otros síntomas adversos, sino que también es notoriamente difícil de tratar. De hecho, la recomendación principal para el tratamiento es evitar los movimientos que causen dolor al paciente.3 Por esta razón, es mejor simplemente evitar los factores de riesgo de hernia de disco aguda para evitar que ocurra la lesión. Si bien se sabe que la tensión excesiva y las lesiones en la espalda están asociadas con la hernia de disco aguda, se ha debatido si la atención quiropráctica aumenta el riesgo de que ocurra la lesión en primer lugar. Muchas personas experimentan dolor lumbar como síntoma prodrómico de una hernia discal aguda; como resultado, una buena proporción de estas personas buscan atención quiropráctica, que se sabe que mejora el dolor lumbar crónico. La relación puede ser que las personas con dolor lumbar que tienen más probabilidades de buscar atención quiropráctica tengan un mayor riesgo de desarrollar hernia discal aguda, o que la atención quiropráctica en sí misma aumente el riesgo de hernia discal aguda.

Para responder a esta pregunta, los autores Hincapié et al. se propusieron evaluar la atención quiropráctica y su relación con la hernia discal lumbar aguda.4 Los autores basaron su estudio en Ontario, Canadá, donde utilizaron una serie de casos autocontrolados y bases de datos de atención médica basadas en la población para investigar a los pacientes que visitaron la sala de emergencias. de abril de 1994 a diciembre de 2004. Un total de 195 casos de pacientes cumplieron con los criterios de inclusión, que eran antecedentes de hernia discal lumbar aguda e intervención quirúrgica temprana. Utilizando estos datos, los autores analizaron la asociación entre la atención quiropráctica y la hernia de disco lumbar aguda que requiere cirugía temprana. Usaron pacientes que habían visitado a su médico de atención primaria por síntomas prodrómicos de hernia de disco lumbar como control.

Primero, los autores encontraron asociaciones positivas significativas entre las citas previas de atención primaria y quiropráctica y la hernia de disco lumbar que requiere cirugía temprana. Este hallazgo sugeriría que los pacientes generalmente buscan atención antes de la hernia completa, ya sea quiropráctica o médica. En particular, la frecuencia de las hernias discales lumbares agudas fue comparable para los pacientes que previamente buscaron atención médica y aquellos que buscaron atención quiropráctica. Por lo tanto, los autores informaron que la atención quiropráctica tenía la misma probabilidad de preceder a la hernia discal lumbar aguda que una visita al proveedor de atención primaria. En otras palabras, hay pocas razones para preocuparse de que la atención quiropráctica pueda conducir de manera desproporcionada a una hernia discal lumbar aguda.

Mientras que los hallazgos de Hincapié et al. son sin duda tranquilizadores, una mayor investigación sobre el tema de la hernia discal aguda y la atención quiropráctica podría resultar interesante. Por ejemplo, ¿las visitas de atención primaria o las citas quiroprácticas otorgan algún beneficio preventivo cuando se trata de una hernia discal aguda? ¿Los diferentes enfoques quiroprácticos para los síntomas prodrómicos de la hernia discal aguda conducen a resultados variados? A medida que los estudios revelen más sobre la relación entre la hernia de disco aguda y la atención quiropráctica, estas preguntas seguirán siendo respondidas.

Referencias

1 Schoenfeld, A. J., & Weiner, B. K. (2010). Treatment of lumbar disc herniation: Evidence-based practice. International journal of general medicine, 3, 209–214. https://doi.org/10.2147/ijgm.s12270

2 Herniated Disc. Retrieved from https://www.aans.org/en/Patients/Neurosurgical-Conditions-and-Treatments/Herniated-Disc

3 Herniated disk. (2019, September 26). Retrieved from https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/herniated-disk/diagnosis-treatment/drc-20354101

4 Hincapié, C. A., Tomlinson, G. A., Côté, P., Rampersaud, Y. R., Jadad, A. R., & Cassidy, J. D. (2018). Chiropractic care and risk for acute lumbar disc herniation: a population-based self-controlled case series study. European spine journal, 27(7), 1526–1537. https://doi.org/10.1007/s00586-017-5325-y

Pautas para la Salud Ósea

Las deficiencias en la salud ósea son comunes entre las poblaciones de edad avanzada [1]. Las condiciones musculoesqueléticas asociadas, particularmente la osteoporosis, pueden resultar en una discapacidad física significativa e impactos psicológicos [1]. Afortunadamente, seguir las pautas de actividad física, nutrición y terapias farmacológicas puede promover la salud ósea y evitar los problemas musculoesqueléticos que se han vuelto característicos de la vejez. 

El ejercicio es una de las formas más impactantes a través de las cuales las personas pueden mejorar su salud ósea [1]. De manera óptima, el ejercicio debe realizarse con frecuencia durante la maduración para garantizar que los jóvenes alcancen su masa ósea máxima y, en consecuencia, prevenir o retrasar la osteoporosis más adelante en la vida [1]. Aunque el ejercicio temprano en la vida puede ser muy beneficioso, también tiene un impacto durante la mediana edad y la vejez [1]. Si bien no se conoce la forma óptima de ejercicio para promover la salud ósea, los investigadores recomiendan ejercicios de alto impacto que involucren movimientos dinámicos como brincar o brincar [1, 2]. Alternativamente, los movimientos extraños o de alto impacto combinados con el entrenamiento de resistencia también pueden ser beneficiosos [2]. Las personas que no pueden participar en actividades de alto impacto pueden beneficiarse de ciertas posturas de yoga, entrenamiento de resistencia de bajo impacto o incluso caminar [2]. Las investigaciones indican que participar habitualmente en estas formas de ejercicio durante al menos dos o cuatro sesiones cortas (30 minutos o menos) cada semana es una buena guía para mantener o mejorar la salud ósea [2]. 

Una mejor nutrición es otro cambio de estilo de vida que las personas pueden adoptar para promover la salud de sus huesos. Múltiples estudios han señalado que las proteínas tienen una gran influencia en la salud ósea; sin embargo, la proteína puede ser perjudicial o beneficiosa, dependiendo de varios factores [3]. La fuente de proteína es un factor hipotético. Shams-White y sus colegas investigaron los efectos diferenciales de la proteína de origen animal frente a la proteína de origen vegetal [3]. Sus resultados primarios incluyeron biomarcadores de la columna lumbar (LS), el cuello femoral (FN) y la densidad mineral ósea (DMO) corporal total [3]. A pesar de los diferentes perfiles de aminoácidos de las dos fuentes, la investigación no mostró una diferencia en los beneficios [3]. Otro estudio realizado por los mismos investigadores encontró que una mayor ingesta de proteínas era más beneficiosa que una menor ingesta para la DMO de LS, pero por lo demás, los dos niveles de ingesta eran comparables en términos de marcadores de FN, cadera total y DMO corporal total [4]. Por otro lado, los productos lácteos son una mayor fuente de proteínas beneficiosas para los huesos que cualquier otro alimento característico de la dieta de los adultos [5]. De hecho, en ciertas poblaciones, el calcio de los productos lácteos parece aumentar la densidad mineral ósea y mejorar el contenido mineral óseo total del cuerpo cuando se consume a largo plazo [5]. 

Cuando las condiciones óseas ya han progresado significativamente, los médicos a menudo necesitan recurrir a intervenciones farmacológicas [1]. Los medicamentos para las afecciones óseas tienden a ser efectivos, pero sus beneficios a menudo son de corta duración y se asocian con efectos secundarios raros pero drásticos [1]. Por ejemplo, tratamientos como los bisfosfonatos son conocidos por sus altas tasas de éxito en el tratamiento de pacientes que padecen osteoporosis inducida por glucocorticoides [6]. Desafortunadamente, los bisfosfonatos pueden no servir como una solución óptima a largo plazo para ciertos pacientes, en cuyo caso se requiere un manejo adicional [6]. 

En última instancia, quizás la mejor manera de lograr la salud ósea sea seguir regularmente las pautas establecidas por una investigación exhaustiva, incluido un régimen de ejercicios de impacto de alta intensidad y el consumo de alimentos ricos en nutrientes para los huesos, como los lácteos. Cuando las enfermedades óseas ya han progresado, los tratamientos farmacológicos pueden ser muy efectivos, pero su éxito puede estar limitado a corto plazo. Por ello, mantener hábitos saludables de alimentación y ejercicio es de suma importancia para evitar problemas óseos persistentes. 

Referencias  

[1] L. Santos, K. J. Elliott-Sale, and C. Sale, “Exercise and bone health across the lifespan,” Biogerontology, vol. 18, no. 6, p. 931-946, October 2017. [Online]. Available: https://doi.org/10.1007/s10522-017-9732-6.  

[2] K. L. Troy et al., “Exercise Early and Often: Effects of Physical Activity and Exercise on Women’s Bone Health,” International Journal of Environmental Research and Public Health, vol. 15, no. 5, p. 1-17, April 2018. [Online]. Available: https://doi.org/10.3390/ijerph15050878.  

[3] M. M. Shams-White et al., “Animal versus plant protein and adult bone health: A systematic review and meta-analysis from the National Osteoporosis Foundation,” PLoS One, vol. 13, no. 2, p. 1-24, February 2018. [Online]. Available: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0192459.  

[4] M. M. Shams-White et al., “Dietary protein and bone health: a systematic review and meta-analysis from the National Osteoporosis Foundation,” The America Journal of Clinical Nutrition, vol. 105, no. 6, p. 1528-1543, June 2017. [Online]. Available: https://doi.org/10.3945/ajcn.116.145110.  

[5] E. G. H. M. van den Heuvel and J. M. J. M. Steijns, “Dairy products and bone health: how strong is the scientific evidence?,” Nutrition Research Reviews, vol. 31, p. 164-178, March 2018. [Online]. Available: https://doi.org/10.1017/S095442241800001X.  

[6] A. Caplan et al., “Prevention and management of glucocorticoid-induced side effects: A comprehensive review: A review of glucocorticoid pharmacology and bone health,” Journal of American Academy of Dermatology, vol. 76, no. 1, p. 1-9, January 2017. [Online]. Available: https://doi.org/10.1016/j.jaad.2016.01.062. 

Cuidado Quiropráctico para Tortícolis en Recién Nacidos

La tortícolis infantil se manifiesta cuando el músculo esternocleidomastoideo, que conecta el esternón y la clavícula con el cráneo, se acorta como resultado de factores musculoesqueléticos o no musculoesqueléticos 1, ya sea al nacer en forma de tortícolis congénita, o más adelante en el desarrollo en forma de tortícolis adquirida. La incidencia mundial de tortícolis congénita varía del 0,3% al 1,9%, y algunos estudios apuntan a una prevalencia de 1 de cada 250 recién nacidos, lo que representa la tercera anomalía ortopédica congénita más frecuente 2. Un diagnóstico temprano de la tortícolis del recién nacido facilita su rápida corrección no invasiva, como a través de la atención quiropráctica, minimizando cualquier complicación a largo plazo. Con el tratamiento adecuado, el 90% y el 95% de los niños a mejorar durante su primer año de vida, y el 97% de los pacientes mejoran si el tratamiento se inicia antes de los seis meses de edad 3.

Existen varios métodos para tratar la tortícolis congénita. Se recomienda la terapia física y quiropráctica y el reposicionamiento como una opción de tratamiento de primera línea. Dicho tratamiento inicial se centra en el estiramiento de rango pasivo y un seguimiento minucioso del paciente, incluidos los estiramientos de flexión, extensión y rotación lateral manuales. Una buena estabilización y una posición correcta de la mano son fundamentales, aunque los métodos de estiramiento y las posiciones están muy centrados en el paciente 4.

Un estudio de caso de 2015 demostró que el manejo quiropráctico de la tortícolis infantil resolvió por completo la tortícolis y la fijación anormal asociada del ojo derecho 5. El tratamiento quiropráctico consistió en terapia de manipulación de la columna cervical junto con masaje y estiramiento de los músculos del cuello; todos los síntomas se resolvieron en 4 semanas.

Desde entonces, la manipulación quiropráctica bajo anestesia se ha desarrollado como un nuevo método terapéutico. En una serie de casos retrospectiva de 2018, un médico quiropráctico trató a 6 bebés de 4,5 a 15 meses de edad previamente diagnosticados con tortícolis recién nacida, después de no responder a las opciones de terapia conservadora. Los 6 bebés, que se encontró que tenían tortícolis del recién nacido, respondieron bien a la manipulación bajo anestesia 6, experimentando un rango de movimiento cervical significativamente mejorado. La manipulación bajo anestesia puede representar una opción terapéutica para los casos de tortícolis compleja que no responden a otras terapias complementarias.

Más recientemente, un informe de caso de 2020 documentó la resolución completa de la tortícolis congénita de un bebé utilizando un enfoque quiropráctico multidisciplinario. El tratamiento consistió en una manipulación suave de la región espinal atlantoocipitales, terapia de tejidos blandos del músculo esternocleidomastoideo y manipulación craneal junto con una serie de ejercicios en el hogar y una derivación a un fisioterapeuta 7. Desde entonces, una revisión sistemática de 2020 que evaluó la efectividad y la seguridad de las intervenciones conservadoras para la tortícolis en todas las edades, corroboró que las prácticas de estiramiento y reposicionamiento dirigidas por profesionales representaban intervenciones económicas y de bajo riesgo con un enorme potencial para tratar la tortícolis del recién nacido 8. Finalmente, junto con estas intervenciones, tanto la cinta kinesio y la terapia con casco, principalmente para bebés con asimetría moderada a severa y persistente, brindan herramientas adicionales de atención quiropráctica para el tratamiento de la tortícolis del recién nacido 4.

La investigación ha destacado los resultados positivos de un enfoque multidisciplinario para corregir la tortícolis pediátrico. Los padres deben permanecer bien informados sobre la afección y su pronóstico, además de participar de manera proactiva en su manejo. En conjunto, los proveedores de atención médica deben estar al tanto de la asociación entre la tortícolis congénita y su impacto en los hitos del desarrollo motor grueso de un niño. Al final, la terapia rápida y adaptada al paciente de un equipo colaborativo seguirá siendo clave para los resultados clínicos sostenibles 3.

Referencias 

1.        Haugen, E. B., Benth, J. Š. & Nakstad, B. Manual therapy in infantile torticollis: A randomized, controlled pilot study. Acta Paediatr. Int. J. Paediatr. (2011). doi:10.1111/j.1651-2227.2011.02145.x 

2.        Congenital torticollis – Physiopedia. Available at: https://www.physio-pedia.com/Congenital_torticollis

3.        Gundrathi, J., Cunha, B. & Mendez, M. D. Congenital Torticollis. Anaesthesia, Pain Intensive Care 20, 376 (2021). 

4.        Öhman, A. M. The Immediate Effect of Kinesiology Taping on Muscular Imbalance for Infants With Congenital Muscular Torticollis. PM R (2012). doi:10.1016/j.pmrj.2012.04.006 

5.        Hobaek Siegenthaler, M. Chiropractic management of infantile torticollis with associated abnormal fixation of one eye: A case report. J. Chiropr. Med. (2015). doi:10.1016/j.jcm.2014.12.003 

6.        Paravicini, I. Manipulation Under Anesthesia in Infants With Arthrogenic Newborn Torticollis: A Retrospective Case Series. J. Chiropr. Med. (2018). doi:10.1016/j.jcm.2018.04.004 

7.        Lacerte, F. D. D. Positive outcome from a chiropractic multidisciplinary approach for congenital torticollis in an infant three-weeks of age: A case report. J. Clin. Chiropr. Pediatr. (2020). 

8.        Ellwood, J., Draper-Rodi, J., Carnes, D. & Carnes, D. The effectiveness and safety of conservative interventions for positional plagiocephaly and congenital muscular torticollis: A synthesis of systematic reviews and guidance. Chiropractic and Manual Therapies (2020). doi:10.1186/s12998-020-00321-w 

Discos Abultados Vs. Discos Herniados

A la luz de una sociedad cada vez más sedentaria, el dolor de espalda es cada vez más común entre la población en general (1), como resultado de una serie de dolencias, de las cuales los discos abultados o herniados son bastante frecuentes.

Un disco abultado se forma cuando el cojín blando de tejido entre las vértebras empuja hacia afuera, lo que genera una presión constante. Por el contrario, una hernia de disco se forma cuando se desgarra la cubierta externa del disco, lo que hace que el núcleo pulposo más interno se filtre hacia el canal espinal. Tanto los discos abultados como los herniados provocan dolor y sensibilidad significativos, aunque los discos abultados tienden a generar una sensación irradiada de dolor sordo. En casos más severos, los discos abultados o herniados pueden afectar los nervios que atraviesan cuando salen del agujero neural, causando dolor nervioso o incluso comprimir directamente la médula espinal contenida dentro del canal espinal. Ambos afectan con mayor frecuencia las regiones espinales cervical y torácica (2).

Clínicamente considerado degenerativo, un disco abultado se presenta como un inicio progresivo y gradual de síntomas. Los síntomas pueden incluir dolor en las nalgas, las piernas o la espalda, lo que impide que el paciente camine con fluidez. Los discos abultados tienden a afectar a varios discos y pueden generar otros problemas relacionados con la degeneración del disco, como estenosis lumbar o un estrechamiento del canal espinal (3). El tratamiento a corto plazo incluye la administración de medicamentos antiinflamatorios, especialmente durante los brotes agudos. También se pueden administrar esteroides en el caso de un dolor nervioso significativo. A partir de entonces, el tratamiento a largo plazo implica un programa de ejercicio autodirigido que se inicia con un fisioterapeuta antes de continuar en casa. En el caso de la estenosis de la madera,

Las hernias de disco generalmente ocurren de manera abrupta, como resultado de una lesión aguda, y afectan solo una raíz nerviosa individual (3). Si los síntomas han durado menos de 6 semanas y los pacientes no han experimentado ningún daño en los nervios, los medicamentos antiinflamatorios, la fisioterapia o el tratamiento quiropráctico y las inyecciones de esteroides pueden ayudar a abordar los síntomas durante un período de 6 a 12 semanas. La mayoría de los quiroprácticos modernos utilizan una variedad de enfoques de tratamiento efectivos, que incluyen terapias suaves de tejidos blandos, movilización gradual y tracción intermitente. Si estas formas de tratamiento menos invasivas no son suficientemente efectivas, una cirugía ambulatoria en forma de microdisectomía puede aliviar rápidamente el dolor aliviando la presión sobre la raíz nerviosa afectada. Ciertos casos extremos de hernia de disco requieren un tratamiento personalizado. Por ejemplo, La hernia de disco lumbar en el espacio dural, un fenómeno poco común asociado con lesiones lumbares degenerativas entre los ancianos, requiere cirugía inmediata, lo que arroja resultados generalmente positivos (4). No debe pasar desapercibido que, curiosamente, un estudio reciente mostró que los términos comunes utilizados en los informes de imágenes de la columna lumbar son poco entendidos por la población en general y pueden contribuir a la carga del dolor lumbar (5).

En general, los tratamientos no quirúrgicos como la atención quiropráctica son efectivos y son el tratamiento de primera línea preferido para un disco abultado o herniado. Junto con la educación lúcida y completa del paciente, los tratamientos personalizados de diversos grados de invasividad ayudan a los pacientes a reanudar rápidamente sus actividades normales de una manera segura y sostenible.

Referencias

1. Hanna, F. et al. The relationship between sedentary behavior, back pain, and psychosocial correlates among university employees. Front. Public Heal. (2019). doi:10.3389/fpubh.2019.00080

2. Bulging Discs vs. Herniated Discs: Understanding the Difference – Chiropractic BioPhysics. Available at: https://idealspine.com/bulging-discs-vs-herniated-discs-understanding-the-difference/.

3. Bulging Disc Vs. Herniated Disc: What’s The Difference? – Penn Medicine. Available at: https://www.pennmedicine.org/updates/blogs/musculoskeletal-and-rheumatology/2018/november/bulging-disc-vs-herniated-disc.

4. Ge, C. Y. et al. Intradural lumbar disc herniation: A case report and literature review. Clin. Interv. Aging (2019). doi:10.2147/CIA.S228717

5. Farmer, C. et al. 53 Consumer understanding of terms used in imaging reports requested for low back pain. in (2019). doi:10.1136/bmjebm-2019-pod.66

El Rol de la Cinta de Kinesiología en el Cuidado Quiropráctico

La cinta de kinesiología es un enfoque terapéutico popular en la superposición entre la fisioterapia, la medicina deportiva y la atención quiropráctica. Se colocan piezas flexibles de cinta de kinesiología estratégicamente alrededor del área afectada para guiar el movimiento muscular, mejorar la circulación y aliviar el dolor. La cinta es resistente al agua y duradera; por lo tanto, se puede usar tanto durante el ejercicio físico intenso como durante el descanso. A menudo, un médico no necesita reemplazar la cinta durante varios días.

            Dada la flexibilidad de sus aplicaciones, así como sus beneficios multidimensionales, la cinta de kinesiología se ha mostrado particularmente prometedor para el ajuste de la postura y la alineación durante el movimiento, particularmente cuando se trata de la pronación del pie. De hecho, varios estudios han sugerido que, la cinta de kinesiología puede ser un tratamiento prometedor para la pronación excesiva. 1,2,3 Para verificar estos hallazgos, un estudio realizado en 2020 por los fisioterapeutas Senem Guner y Serap Alsancak tuvo como objetivo caracterizar los beneficios, la cinta de kinesiología como una intervención terapéutica para la pronación del pie. 4 se incluyó en el estudio a un total de veinte participantes (divididos en partes iguales por género) con un diagnóstico actual de pronación del pie.

            Con el fin de optimizar la eficacia de la cinta de kinesiología, los autores proyectaron una línea láser en cada participante mientras estaban de pie, descalzos, con un pie sobre una plataforma de fuerza, iluminando así la línea de carga articular. Luego, un practicante aplicó la cinta de kinesiología de manera correctiva. La evaluación de la línea de transporte de carga conjunta se realizó antes de la aplicación de la cinta de kinesiología, inmediatamente después y luego a las 24-48 horas después de la aplicación. Se colocó una regla al nivel de la línea articular tangencialmente a la rótula y la articulación del tobillo para cuantificar la desviación de la línea de carga articular.

            Curiosamente, Guner y Alsancak encontraron que la cinta de kinesiología no corrigió ni el soporte de peso ni la línea de soporte de carga conjunta de manera significativa. Si bien se observó una mejora en el movimiento lateral de la articulación de la rodilla en el momento de la aplicación de la cinta de kinesiología, este cambio no persistió en la marca de 24 a 48 horas. Este hallazgo sugiere que la cinta de kinesiología puede experimentar una disminución de la eficacia con el uso continuo, quizás debido al estiramiento y / o la adherencia aflojada, y que la cinta debe volver a aplicarse con más frecuencia para maximizar la efectividad.

            Si bien estos hallazgos son algo contradictorios con los de estudios anteriores, es importante señalar algunos factores pertinentes que pueden haber contribuido. En primer lugar, el tamaño de la muestra de los autores fue pequeño y no particularmente diverso en edad (edad promedio 19,7 ± 1,2 años); Por lo tanto, existe una amplia oportunidad para que los estudios futuros reproduzcan y amplíen estos hallazgos. Además, Guner y Alsancak no evaluaron otros valores pertinentes que se evaluaron en otros estudios similares, como los cambios en la presión plantar máxima. Un estudio más multidimensional puede haber revelado un efecto más matizado.

            Los autores señalan que la cinta de kinesiología aún puede ser útil para amplificar la información sensorial y reducir la incomodidad percibida. Además, el uso a corto plazo de la cinta de kinesiología también puede resultar más eficaz cuando se combina con calzado ortopédico. Sin embargo, los hallazgos de los autores indican la necesidad de una investigación continua.

Referencias

1. Franettovich, M. M., Murley, G. S., David, B. S., & Bird, A. R. (2012). A comparison of augmented low-Dye taping and ankle bracing on lower limb muscle activity during walking in adults with flat-arched foot posture. Journal of science and medicine in sport, 15(1), 8–13. https://doi.org/10.1016/j.jsams.2011.05.009

2. Franettovich, M., Chapman, A., & Vicenzino, B. (2008). Tape that increases medial longitudinal arch height also reduces leg muscle activity: a preliminary study. Medicine and science in sports and exercise, 40(4), 593–600. https://doi.org/10.1249/MSS.0b013e318162134f

3. Lange, B., Chipchase, L., & Evans, A. (2004). The effect of low-Dye taping on plantar pressures, during gait, in subjects with navicular drop exceeding 10 mm. The Journal of orthopaedic and sports physical therapy, 34(4), 201–209. https://doi.org/10.2519/jospt.2004.34.4.201

4. Guner, S., & Alsancak, S. (2020). Kinesiotaping Techniques to Alter Static Load in Patients With Foot Pronation. Journal of chiropractic medicine, 19(3), 175–180.

Lesiones por Caídas y Prevención en Adultos Mayores

En los Estados Unidos, las caídas y las lesiones relacionadas con caídas ocurren con frecuencia [1]. Entre la población de 65 años o más, aproximadamente el 25% de las personas experimenta una caída anualmente [1]. Si bien estas caídas no siempre provocan lesiones graves o la muerte, siguen siendo increíblemente costosas y riesgosas en general [1]. Cada año, las caídas y lesiones relacionadas representan al menos $ 50 mil millones en costos médicos, 2.8 millones de visitas a los departamentos de emergencia y 27,000 muertes [1]. Las caídas también contribuyen de manera importante a la tasa de reingreso hospitalario [2]. Teniendo en cuenta que menos del 25% de las lesiones relacionadas con caídas se informan con precisión, es probable que estas cifras estén subestimadas [3]. En consecuencia, es fundamental conocer los factores de riesgo asociados a las lesiones por caída, así como las técnicas de prevención ideales necesarias para reducir la ubicuidad de esta ocurrencia.

Los factores de riesgo de lesiones por caídas son múltiples. Incluyen factores ambientales, como suelos irregulares, pasamanos faltantes y mala iluminación [4]. Las afecciones crónicas que afectan la movilidad y / o la cognición, como la enfermedad de Parkinson, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y la artritis, pueden aumentar la probabilidad de que un adulto mayor experimente una caída y lesiones posteriores [5]. Además, las enfermedades agudas como la neumonía y las infecciones del tracto urinario aumentan la probabilidad de que una persona se caiga [5]. Fisiológicamente, las deficiencias visuales y auditivas, la sarcopenia, el bajo índice de masa corporal y la hipertensión postural también pueden aumentar el riesgo de caídas entre los adultos mayores [5].

En los últimos años, nuevas investigaciones han revelado factores de riesgo menos intuitivos. Por ejemplo, Lohman, Fairchild y Merchant identificaron una posible asociación entre el uso de medicamentos antidepresivos y caídas y lesiones por caídas [1]. En su estudio de 3565 adultos mayores residentes en la comunidad (de 65 años o más), la medicación antidepresiva representó aproximadamente el 19% y el 18% de la asociación entre el trastorno depresivo mayor y las caídas y lesiones por caídas, respectivamente [1]. Otros medicamentos psicoactivos también se han asociado con un mayor riesgo de caídas [5].

La prevención de caídas es un elemento fundamental en el cuidado de los adultos mayores, en particular de aquellos con varios factores de riesgo. Sin embargo, puede ser difícil navegar con éxito, ya que los pacientes, los pagadores, los proveedores y el sistema de atención médica en general a menudo afectan la calidad de la atención disponible para los adultos mayores. Además, las estrategias que parecen ser beneficiosas pueden no reducir las tasas de caída. Un ejemplo de ello son las intervenciones multifactoriales, como la que estudió Bhasin en 2020 [6]. A pesar de proporcionar a los pacientes planes individualizados y evaluaciones de riesgos, todos administrados por enfermeras especializadas, la tasa de lesiones por caídas no disminuyó en comparación con la atención estándar [6].

Esto no quiere decir que todos los enfoques múltiples fracasen: Kruschke y Butcher recomendaron un protocolo de diez pasos basado en evidencia que incluye detección de caída, marcha y equilibrio [4]. Desafortunadamente, esos experimentadores no proporcionaron datos sobre el éxito de su protocolo [4]. Sin embargo, otros estudios indican que algunos programas de intervención multifactorial pueden reducir la tasa de caída de los adultos mayores [5]. Además de incorporar varios exámenes de detección y pautas específicas de factores de riesgo, los médicos también deben aconsejar a sus pacientes que realicen actividades físicas con regularidad, como el Tai Chi [5]. Como se ve con los antidepresivos, los médicos deben recetar medicamentos psicoactivos teniendo en cuenta los posibles efectos sobre el riesgo de caídas.

Debido a la multitud de factores que pueden influir en la probabilidad de que los pacientes se caigan, la prevención de caídas es difícil de manejar. Independientemente, el análisis de los factores de riesgo, el ajuste de los medicamentos, la detección adecuada y la promoción del ejercicio regular pueden ayudar a reducir el riesgo y la tasa de caídas.

Referencias

[1] M. C. Lohman, A. J. Fairchild, and A. T. Merchant, “Antidepressant Use Partially Mediates the Association Between Depression and Risk of Falls and Fall Injuries Among Older Adults,” The Journals of Gerontology: Series A, vol. 76, no. 9, p. e171-e178, October 2020. [Online]. Available: https://doi.org/10.1093/gerona/glaa253. 

[2] G. J. Hoffman et al., “Posthospital Fall Injuries and 30-Day Readmissions in Adults 65 Years and Older,” JAMA Network Open, vol. 2, no. 5, p. 1-12, May 2019. [Online]. Available: https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2019.4276.

[3] G. J. Hoffman et al., “Underreporting of Fall Injuries of Older Adults: Implications for Wellness Visit Fall Risk Screening,” Journal of the American Geriatrics Society, vol. 66, no. 6, p. 1195-1200, April 2018. [Online]. Available: https://doi.org/10.1111/jgs.15360.

[4] C. Kruschke and H. K. Butcher, “Evidence-Based Practice Guideline: Fall Prevention for Older Adults,” Journal of Gerontological Nursing, vol. 43, no. 11, p. 15-21, October 2017. [Online]. Available: https://doi.org/10.3928/00989134-20171016-01.

[5] R. E. Taylor-Piliae and R. Peterson, “Clinical and Community Strategies to Prevent Falls and Fall-Related Injuries Among Community-Dwelling Older Adults,” Nursing Clinics, vol. 52, no. 3, p. 489-497, September 2017. [Online]. Available: https://doi.org/10.1016/j.cnur.2017.04.004.

[6] S. Bhasin, “A Randomized Trial of a Multifactorial Strategy to Prevent Serious Fall Injuries,” The New England Journal of Medicine, vol. 383, p. 129-140, July 2020. [Online]. Available: https://doi.org/10.1093/gerona/glaa253.