Lesiones laborales

¿Qué causa las lesiones laborales?

Contrario a las creencias comunes, las lesiones laborales no solamente ocurren en trabajos físicamente demandantes, tales como la construcción. De hecho, muchas lesiones ocurren la oficina debido a que las actividades diarias repetitivas causan trauma a lo largo del tiempo. Estas lesiones por exceso de uso, que incluyen el síndrome del túnel carpiano, pueden ser difíciles de identificar inmediatamente ya que aparecen gradualmente. Sin embargo, tales lesiones laborales a menudo son serias, puede causar ausentismo laboral y pueden acarrear gastos al seguro contra accidentes laborales del empleado.

¿Cuáles son las lesiones laborales más comunes?

Aunque ocurren casi 374 millones de lesiones laborales no fatales cada año, casi 90 por ciento de ellas ocurren en la espalda y el cuello. Un equipo ergonómico de baja calidad o mala postura pueden contribuir al dolor crónico de espalda y/o cuello. Los movimientos repetitivos y pasar horas sentado frente al computador pueden contribuir al síndrome del túnel carpiano, que se caracteriza por una sensación de ardor y dificultad para agarrar objetos. Se pueden sufrir lesiones en la espalda, tales como hernias discales o tirones o desgarros musculares por mala postura, mal levantamiento de objetos pesados o resbalones en el piso húmedo de la oficina. Tanto las hernias discales como el síndrome del túnel carpiano pueden causar dolor de nervio que a veces resulta en dolor de cuello y dolores de cabeza. En general, las lesiones laborales surgen en su mayor parte de movimientos repetitivos, caída de objetos, caída y exceso de uso.

¿Cómo puedo tratar una lesión laboral?

Es importante buscar cuidado médico tan pronto como sea posible después de una lesión laboral, para evitar más complicaciones. Una alternativa a los medicamentos contra el dolor es el cuidado quiropráctico, que puede ayudar a una curación más rápida, mejorar la movilidad y la flexibilidad, mejorar la actitud mental y prevenir futuras lesiones. Dependiendo de la lesión, se pueden utilizar diversas técnicas de tratamiento, incluyendo las manipulaciones vertebrales, descompresión, cambios ergonómicos y fisioterapia. Los pacientes que reciben cuidado quiropráctico podrán volver a sus actividades regulares más rápido y sin dolor.

¿Qué es el dolor de espalda inferior o lumbalgia?

El dolor de espalda inferior o lumbalgia puede oscilar entre una leve molestia a dolores agudos y debilitantes. La lumbalgia puede ser una afección temporal y resolverse por sí sola, o puede convertirse en una afección crónica. A menudo, una lesión que pareciera pequeña empeora y causa dolor de espalda crónico. En otros casos, el desgaste natural conlleva espasmos musculares, lesiones musculares o vertebrales o degeneración de la comuna vertebral. Como el dolor de espalda inferior tiene diversas causas agudas y persistentes, afecta a muchas personas de diferentes maneras. De hecho, se estima que 80% de las personas experimentan lumbalgia en algún momento de sus vidas. El dolor de espalda inferior también es una de las principales causas de discapacidad alrededor del mundo.

¿Estoy en riesgo de sufrir lumbalgia?

Debido a que la zona lumbar de la espalda es una parte inestable de la comuna vertebral, tiene una predisposición a lesiones y dolor. Las causas más comunes de lumbalgia son:

  • Alzar pesos incorrectamente
  • Mala postura
  • Desgarro muscular
  • Accidentes de tránsito u otras lesiones agudas
  • Fractura
  • Estrés
  • Falta de ejercicio regular
  • Obesidad
  • Osteoporosis
  • Cálculos renales
  • Endometriosis
  • Fibromialgia
  • Enfermedad degenerativa de discos intervertebrales
  • Artritis

¿Cómo se puede tratar mi lumbalgia?

Existen diversos tratamientos para el dolor de espalda inferior, incluyendo: inyecciones epidurales de esteroides, tratamiento con medicación, terapia de masaje, fisioterapia, cambios de dieta, suplementos homeopáticos, técnicas de relajación, terapia conductual y acupuntura. El tratamiento quiropráctico es una alternativa segura, no invasiva y no adictiva a estos tratamientos. Los quiroprácticos tratan las afecciones subyacentes que causan la lumbalgia al realinear todo el sistema neuromusculoesquelético. Los ajustes quiroprácticos reducen las restricciones de las coyunturas o desalineación de la columna vertebral, reduciendo así la inflamación y mejorando la función de las articulaciones y el sistema nervioso. Después del tratamiento, los pacientes notan una reducción del dolor y las molestias, una reducción de la inflamación, mejor flexibilidad y mayor fuerza muscular. En conclusión, el quiropráctico puede ayudar a sus pacientes que sufren lumbalgia a lograr una recuperación total.