Manejo del Vértigo con Atención Quiropráctica

El vértigo es una sensación anormal de movimiento o pérdida del equilibrio y puede ser crónico o intermitente. Pueden surgir breves sensaciones de vértigo por una amplia variedad de razones, como sentarse rápidamente o jugar videojuegos tridimensionales. Las formas más persistentes de vértigo suelen surgir debido a una disfunción del oído interno, que es responsable de nuestro sentido del equilibrio y la posición. Los virus del resfriado, el traumatismo craneoencefálico y la enfermedad de Ménière son afecciones que afectan el oído interno y pueden causar una sensación de inestabilidad (The University of Iowa 2018). Las afecciones musculoesqueléticas, incluido el daño a los nervios de las piernas, la debilidad muscular y la inestabilidad de las articulaciones, también pueden provocar vértigo y causar dificultades con el movimiento. Por último, ciertas afecciones como la enfermedad de Parkinson, la depresión y la visión deficiente pueden ser catalizadores del vértigo (Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica 2020).

Es extremadamente raro que los niños pequeños se vean afectados por el vértigo y casi siempre ocurre en la edad adulta. Aproximadamente uno de cada 20 adultos experimenta vértigo cada año, y la mayoría de las personas con la afección descubren que afecta gravemente sus actividades diarias y su capacidad para trabajar (Van Vugt 2017). Además, las caídas son la principal causa de lesiones entre las personas mayores y pueden causar traumatismos graves, como fracturas. Como las caídas son causadas en gran parte por alteraciones del equilibrio, las posibles consecuencias del vértigo se agravan con la edad.

Si el vértigo se acompaña de tinnitus, presión en el oído o pérdida auditiva, el oído interno puede ser la fuente de la afección. Un otorrinolaringólogo, especialista en trastornos del oído, puede examinar el inicio, la duración y la gravedad de las molestias auditivas experimentadas. Otros síntomas que suelen acompañar a los trastornos del oído incluyen náuseas y vómitos, así como disminución de la frecuencia cardíaca (The University of Iowa 2018). El vértigo posicional, una forma de vértigo en la que los síntomas cambian según la posición de la cabeza, es común y se origina principalmente en el oído interno.

El vértigo generalmente se puede tratar con fisioterapia, medicamentos y / o cirugía (The University of Iowa 2018). Los neurólogos suelen solicitar pruebas y escáneres para determinar la causa de la afección antes de desarrollar un plan de tratamiento. Los síntomas de vértigo causados ​​por problemas estructurales más graves pueden requerir cirugía, mientras que, en algunos casos, los ejercicios de equilibrio y los cambios en el estilo de vida por sí solos pueden ayudar a controlar los síntomas. Un profesional médico puede recomendar otros tratamientos conservadores, como restringir los alimentos y bebidas que causan migrañas o deterioran los sentidos (por ejemplo, alcohol y café).

La atención quiropráctica es otra forma eficaz de tratamiento para el vértigo que utiliza la manipulación práctica para ayudar a los pacientes a mejorar su equilibrio y coordinación. Según una encuesta de 2010 realizada por la Junta Nacional de Examinadores Quiroprácticos, los quiroprácticos informan ver, en promedio, entre uno y tres pacientes por mes por preocupaciones sobre los mareos (Ndetan 2016). Algunos estudios sugieren que las manipulaciones dirigidas a la columna cervical pueden ser útiles para tratar los trastornos del equilibrio al reposicionar el cuello en su ubicación óptima y devolver el cuerpo al equilibrio.

Un estudio de 2009 examinó los efectos de la manipulación espinal y la terapia manual sobre los mareos y el equilibrio en un centro de salud de una universidad de quiropráctica y un gimnasio para personas mayores (Strunk 2009). Un grupo de 19 adultos, de 40 años o más, con una mediana de edad de 70, completó el estudio. Todos los pacientes fueron tratados por un médico o un estudiante en prácticas de quiropráctica dos veces por semana, cada sesión con una duración de 15 a 20 minutos, durante un período de intervención de 8 semanas. El Inventario de Discapacidad por Mareos, la Escala de Equilibrio de Berg de Forma Corta (SF-BBS) y el Índice de Discapacidad del Cuello se utilizaron para medir los efectos de los tratamientos. Se midió una gran diferencia en el SF-BBS antes y después del período de intervención en la mayoría de los pacientes, lo que demuestra una mejora en el equilibrio. Algunos pacientes también mostraron una reducción de los mareos y el dolor de cuello al final del estudio.

Referencias 

Mayo Foundation for Medical Education and Research. (2020). Balance Problems. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/balance-problems/symptoms-causes/syc-20350474#

Ndetan, H., et al. (2016). The Role of Chiropractic Care in the Treatment of Dizziness or Balance Disorders: Analysis of National Health Interview Survey Data. J Evid Based Complement Altern Med, 21:138–142. https://doi.org/10.1177/2156587215604974.  

Strunk, R., et al. (2009). Effects of Chiropractic Care on Dizziness, Neck Pain, and Balance: A Single-Group, Preexperimental, Feasibility Study. Journal of Chiropractic Medicine, 8(4), 156–164. https://doi.org/10.1016/j.jcm.2009.08.002.  

The University of Iowa. (2018). Vertigo: Frequently Asked Questions. The University of Iowa Hospitals & Clinics. https://uihc.org/health-topics/vertigo-frequently-asked-questions.  

Van Vugt, V., et al. (2017). Chronic Vertigo: Treat with Exercise, Not Drugs. BMJ Publishing Group, 358. https://doi.org/10.1136/bmj.j3727