A la luz de una sociedad cada vez más sedentaria, el dolor de espalda es cada vez más común entre la población en general (1), como resultado de una serie de dolencias, de las cuales los discos abultados o herniados son bastante frecuentes.
Un disco abultado se forma cuando el cojín blando de tejido entre las vértebras empuja hacia afuera, lo que genera una presión constante. Por el contrario, una hernia de disco se forma cuando se desgarra la cubierta externa del disco, lo que hace que el núcleo pulposo más interno se filtre hacia el canal espinal. Tanto los discos abultados como los herniados provocan dolor y sensibilidad significativos, aunque los discos abultados tienden a generar una sensación irradiada de dolor sordo. En casos más severos, los discos abultados o herniados pueden afectar los nervios que atraviesan cuando salen del agujero neural, causando dolor nervioso o incluso comprimir directamente la médula espinal contenida dentro del canal espinal. Ambos afectan con mayor frecuencia las regiones espinales cervical y torácica (2).
Clínicamente considerado degenerativo, un disco abultado se presenta como un inicio progresivo y gradual de síntomas. Los síntomas pueden incluir dolor en las nalgas, las piernas o la espalda, lo que impide que el paciente camine con fluidez. Los discos abultados tienden a afectar a varios discos y pueden generar otros problemas relacionados con la degeneración del disco, como estenosis lumbar o un estrechamiento del canal espinal (3). El tratamiento a corto plazo incluye la administración de medicamentos antiinflamatorios, especialmente durante los brotes agudos. También se pueden administrar esteroides en el caso de un dolor nervioso significativo. A partir de entonces, el tratamiento a largo plazo implica un programa de ejercicio autodirigido que se inicia con un fisioterapeuta antes de continuar en casa. En el caso de la estenosis de la madera,
Las hernias de disco generalmente ocurren de manera abrupta, como resultado de una lesión aguda, y afectan solo una raíz nerviosa individual (3). Si los síntomas han durado menos de 6 semanas y los pacientes no han experimentado ningún daño en los nervios, los medicamentos antiinflamatorios, la fisioterapia o el tratamiento quiropráctico y las inyecciones de esteroides pueden ayudar a abordar los síntomas durante un período de 6 a 12 semanas. La mayoría de los quiroprácticos modernos utilizan una variedad de enfoques de tratamiento efectivos, que incluyen terapias suaves de tejidos blandos, movilización gradual y tracción intermitente. Si estas formas de tratamiento menos invasivas no son suficientemente efectivas, una cirugía ambulatoria en forma de microdisectomía puede aliviar rápidamente el dolor aliviando la presión sobre la raíz nerviosa afectada. Ciertos casos extremos de hernia de disco requieren un tratamiento personalizado. Por ejemplo, La hernia de disco lumbar en el espacio dural, un fenómeno poco común asociado con lesiones lumbares degenerativas entre los ancianos, requiere cirugía inmediata, lo que arroja resultados generalmente positivos (4). No debe pasar desapercibido que, curiosamente, un estudio reciente mostró que los términos comunes utilizados en los informes de imágenes de la columna lumbar son poco entendidos por la población en general y pueden contribuir a la carga del dolor lumbar (5).
En general, los tratamientos no quirúrgicos como la atención quiropráctica son efectivos y son el tratamiento de primera línea preferido para un disco abultado o herniado. Junto con la educación lúcida y completa del paciente, los tratamientos personalizados de diversos grados de invasividad ayudan a los pacientes a reanudar rápidamente sus actividades normales de una manera segura y sostenible.
Referencias
1. Hanna, F. et al. The relationship between sedentary behavior, back pain, and psychosocial correlates among university employees. Front. Public Heal. (2019). doi:10.3389/fpubh.2019.00080
2. Bulging Discs vs. Herniated Discs: Understanding the Difference – Chiropractic BioPhysics. Available at: https://idealspine.com/bulging-discs-vs-herniated-discs-understanding-the-difference/.
3. Bulging Disc Vs. Herniated Disc: What’s The Difference? – Penn Medicine. Available at: https://www.pennmedicine.org/updates/blogs/musculoskeletal-and-rheumatology/2018/november/bulging-disc-vs-herniated-disc.
4. Ge, C. Y. et al. Intradural lumbar disc herniation: A case report and literature review. Clin. Interv. Aging (2019). doi:10.2147/CIA.S228717
5. Farmer, C. et al. 53 Consumer understanding of terms used in imaging reports requested for low back pain. in (2019). doi:10.1136/bmjebm-2019-pod.66