La espalda superior, también llamada columna vertebral torácica, soporta las costillas, el esternón, órganos vitales y las vértebras inferiores. Aunque no es una afección común, el dolor de espalda superior pude casuar molestias severas. Debido a que los nervios de la médula espinal se conectan a todas las áreas de cuerpo, una lesión de la espalda superior puede causar dolor que irradia a través del sistema nervioso periférico.
El dolor de espalda superior, que oscila entre irritaciones aparentemente inocuas a condiciones vertebrales crónicas, puede tener diversas causas. Por lo tanto, un amplio rango de personas se ven afectadas por el dolor de espalda superior. De hecho, 50% de los estadounidenses en edad laboral sufren síntomas de dolor de espalda a lo largo del año, muy probablemente vinculado a mala posición mientras está sentado en un escritorio. Otros problemas que pueden causar dolor de espalda superior incluyen irritación muscular o articular, mala postura, estrés, enfermedad degenerativa de discos intervertebrales y subluxaciones quiroprácticas (es decir, separación anormal entre las vértebras).
El dolor de espalda superior se puede tratar con diversos métodos, incluyendo medicamentos por prescripción y de venta libre e inyecciones de esteroides. Otras soluciones que pueden ser eficaces alternativas a los medicamentos son la reducción del estrés, pérdida de peso y regímenes de ejercicio. Además, el cuidado quiropráctico puede dar alivio a los pacientes que sufren dorsalgia. Los quiroprácticos aplican ajustes vertebrales, que implican manipulaciones vertebrales con sus manos u otros instrumentos, para tratar el dolor de espalda. También ayudan a los pacientes a prevenir lesiones futuras al enseñarles ejercicios para fortalecer la espalda y el abdomen y promover que tomen decisiones de estilo de vida saludable. Algunas clínicas ofrecen formas avanzadas de cuidado quiropráctico, tales como corrección estructural y mejora del sistema nervioso central. Después de cuidado consistente del quiropráctico, es probable que los pacientes tengan menos dolor, molestia e inflamación, mejor rango de movilidad y flexibilidad, y mayor tono y fuerza muscular.