Problemas Articulares Asociados con los Teléfonos Móviles

Mobile phones have also been linked to a number of health issues.

El uso de teléfonos móviles es omnipresente en la sociedad moderna y ofrece una amplia gama de beneficios, como conectar a las personas y proporcionar acceso a la información. Sin embargo, los teléfonos móviles también se han relacionado con una serie de problemas de salud. Por ejemplo, muchos investigadores y médicos dentro de la psicología argumentan que el uso extremo y problemático del teléfono móvil puede cumplir con los criterios de una adicción conductual (1). Los teléfonos móviles también se han asociado con problemas en las articulaciones, particularmente en las manos y el cuello. Este tema amerita la atención de varios campos profesionales para la investigación, prevención y tratamiento, incluyendo médicos de atención primaria, especialistas en ergonomía, médicos ortopédicos y quiroprácticos.

Los cambios tecnológicos y de comportamiento han superado la velocidad a la que puede evolucionar el cuerpo humano. En el sistema musculoesquelético, por ejemplo, están bien establecidos los efectos adversos de estar sentado durante períodos prolongados (como en un trabajo de escritorio) y algunos tipos de movimientos repetitivos (como en el trabajo en una línea de montaje y el entrenamiento deportivo). Con los teléfonos móviles, los usuarios a menudo se involucran en varias posiciones o movimientos no naturales que pueden causar problemas en las articulaciones: la mayor parte del peso a menudo se soporta solo con el dedo meñique, el brazo puede estar doblado en la misma posición durante largos períodos y los pulgares u otro dedo preferido para escribir se usa una y otra vez, y el cuello a menudo se dobla en una posición subóptima. Los problemas comunes relacionados con los teléfonos móviles incluyen dolor, rigidez o entumecimiento, que pueden ocurrir en las articulaciones de los dedos, las manos, las muñecas o el cuello, según el individuo (2,3).

La conciencia sobre este problema ha ido aumentando a través de informes anecdóticos y un creciente cuerpo de investigación. Los médicos ortopédicos de Madrid informaron de dos adultos de unos treinta años con artrosis de la articulación trapeciometacarpiana, una articulación en la base del pulgar. La osteoartritis es causada por el desgaste gradual de las articulaciones; es poco común en adultos jóvenes. La osteoartritis de la articulación trapeciometacarpiana es aún menos común, pero puede ser causada por actividades repetitivas del pulgar. Otros estudios también informaron inflamación de tendones, vainas sinoviales y fascia debido al uso de teléfonos móviles (4).

Otro grupo de investigadores realizó un análisis retrospectivo de 70 personas que reportaron dolor relacionado con el uso extensivo de dispositivos portátiles (teléfonos móviles, tabletas, controladores de juegos), se les diagnosticó un trastorno musculoesquelético de las extremidades superiores y se sometieron a rehabilitación. Los pacientes tenían más probabilidades de tener síntomas en su mano dominante. Las condiciones diagnosticadas incluyeron tendinosis y síndrome de dolor miofascial. Los datos sugirieron que los problemas articulares estaban relacionados con el uso predominante de un dedo/pulgar específico. Afortunadamente, los pacientes se recuperaron con rehabilitación, lo que es una señal positiva para otros proveedores que buscan diseñar planes de tratamiento para problemas articulares asociados con los teléfonos móviles (5).

Además de los datos que vinculan los problemas de las articulaciones con los teléfonos móviles en función de los síntomas notificados, los estudios que buscan una explicación mecanicista han examinado cómo se utilizan los músculos durante el uso del teléfono en individuos sintomáticos y sanos. Xie et al. utilizó electromiografía en los músculos posturales del cuello y los hombros, y en los músculos que controlan el movimiento de la mano y el pulgar. Los participantes con dolor de cuello/hombro tenían una mayor actividad muscular en los músculos posturales que los controles sanos. Los resultados sugieren que la posición desequilibrada del cuello está relacionada con el dolor de cuello/hombro, aunque no se pudo determinar si la relación es la causal. Además, los mensajes de texto con una sola mano se asociaron con una mayor carga muscular que los mensajes de texto con las dos manos (6).

Las personas que usan teléfonos móviles con frecuencia deben tratar de mantenerse al tanto de la postura de la cabeza, el cuello y la parte superior de la espalda para evitar la tensión. Usar las dos manos cuando sea posible puede ser beneficioso para la salud de las articulaciones de las manos y los dedos, mientras que agregar un dispositivo para cambiar la forma en que sujeta el teléfono (como un agarre pop) también puede ayudar (2,3). El hielo y las férulas, la fisioterapia y la quiropráctica pueden ser apropiados para tratar el dolor. En general, la mejor estrategia de prevención es evitar el uso excesivo del teléfono.

  1. Gutiérrez, J. D.-S., de Fonseca, F. R., and Rubio, G. Cell-Phone Addiction: A Review. Frontiers in Psychiatry, 2016;7:175. DOI:10.3389/fpsyt.2016.00175
  2. Waston, K. “How to Prevent Smartphone Finger and Smartphone Thumb.” Healthline, 2021.
    https://www.healthline.com/health/smartphone-finger
  3. Moyer, M. W. “Text Neck, Pinkie Pain and Other Ways Phones Can Wreck Our Bodies.” The New York Times, 2022.
    https://www.nytimes.com/2022/04/28/well/live/neck-joint-pain-phone.html
  4. Canillas, F., Colino, A., and Menéndez, P. Cellular Phone Overuse as A Cause for Trapeziometacarpal Osteoarthritis: A Two
    Case Report. Journal of Orthopedic Case Reports, 2014;4(4):6-8. DOI: 10.13107/jocr.2250-0685.213
  5. Sharan, D., Mohandoss, M., Ranganathan, R., and Jose, J. Musculoskeletal Disorders of the Upper Extremities Due to
    Extensive Usage of Hand Held Devices. Annals of Occupational and Environmental Medicine, 2014;26:22.
  6. Xie, Y., Szeto, G. P. Y., and Madeleine, P. A comparison of muscle activity in using touchscreen smartphone among young people with and without chronic neck–shoulder pain. Ergonomics, 2015;59(1). DOI: 10.1080/00140139.