El síndrome de fibromialgia (SFM) se refiere a una condición crónica que causa dolor, sensibilidad y rigidez en los músculos, las articulaciones y los tendones. Este dolor es típicamente generalizado, afectando el cuello, los glúteos, los hombros, los brazos, la parte superior de la espalda y el pecho en ambos lados del cuerpo. Los pacientes también reportan tener «puntos dolorosos», que se refieren a áreas localizadas del cuerpo que causan dolor generalizado y espasmos musculares cuando se tocan.1 El SFM también se caracteriza por causar inquietud, cansancio, fatiga, ansiedad, depresión y deterioro de la función intestinal.2 A pesar de experimentar dolor intenso, los pacientes no desarrollan daño tisular o deformidades porque no hay inflamación asociada con el SFM, lo que hace difícil entender los mecanismos de esta afección.3 El SFM por lo general afecta a mujeres jóvenes y de mediana edad y se caracteriza por dolor persistente, fatiga, rigidez, dificultades cognitivas, ansiedad, depresión y deterioro funcional. Se ha determinado que la prevalencia en los Estados Unidos es de 6% a 15%, y las mujeres son cinco veces más propensas que los hombres a desarrollar el SFM.4
Si bien los procesos mecánicos aún no están claros, hay una fisiopatología característica asociada con el SFM. Se conoce que los pacientes comúnmente experimentan cambios en sus patrones de sueño y transmisores neuroendocrinos – como serotonina, sustancia P, hormona de crecimiento y cortisol – lo que indica que la regulación de los sistemas autónomos y neuroendocrinos actúa como la base biológica de la condición.5 Aunque el SFM no causa un riesgo mortal, se caracteriza por un dolor crónico debilitante que puede resultar de una variedad de mecanismos interconectados. Más específicamente, los pacientes con SFM pueden experimentar un procesamiento aberrante del dolor debido a la sensibilización central; esto se refiere a la contundencia de las vías inhibitorias del dolor y los cambios asociados en los niveles de neurotransmisores. Debido al procesamiento neuroquímico aberrante de las señales sensoriales, los pacientes con SFM sufren una reducción significativa del umbral del dolor.6 Por lo tanto, muchos de los síntomas asociados con el SFM se pueden explicar como alteraciones en los sistemas de procesamiento autónomo, neuroendocrino y del dolor.
El manejo del SFM se enfoca a menudo en el paciente y puede implicar una variedad de enfoques terapéuticos. Los medicamentos para el dolor utilizados para tratar el SFM incluyen paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y acetaminofén. Además de analgésicos, otros medicamentos tales como antidepresivos, anticonvulsivos, agonistas de dopamina, y hormonas de crecimiento, pueden ser útiles en el manejo del SFM.7 Una combinación de antidepresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) puede producir una mejora leve a moderada en los síntomas de SFM. Además, la duloxetina, un inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina, ha demostrado resultados prometedores en pacientes con SFM.
Las modificaciones del estilo de vida son un método poderoso para aliviar los síntomas del SFM. Por ejemplo, los pacientes pueden practicar el manejo del estrés para evitar el aumento de los niveles de estrés y sentimientos de depresión, ansiedad y frustración. La terapia cognitiva conductual, terapia de relajación, la terapia de grupo y la biorretroalimentación son opciones de tratamiento eficaces que pueden ayudar a los pacientes a reducir sus niveles de estrés.8 El ejercicio, como por ejemplo caminar, trotar o hacer deporte, es otro cambio en el estilo de vida que puede ayudar a aliviar los síntomas al reducir aún más el estrés. Además, hay varias terapias alternativas para SFM, tales como medicamentos herbales chinos, té de hierbas chino, acupuntura, y Tai-chi.8
En resumen, la fibromialgia es una condición común caracterizada por dolor y rigidez generalizada, trastornos del sueño, ansiedad, y depresión, entre otros síntomas. Aunque hay muchas teorías sobre su etiología, aún no se entienden completamente los fundamentos biológicos de SFM. Los pacientes con SFM pueden aliviar el dolor y mejorar su calidad de vida con el tratamiento adecuado de un quiropráctico calificado, que puede ayudar a desarrollar un plan de ejercicio eficaz e implementar cambios apropiados de estilo de vida.
Referencias
- Mease PJ, Clauw DJ, Arnold LM, Goldenberg DL, Witter J, Williams DA, et al. Fibromyalgia syndrome. J Rheumatol 2005. Nov;32(11):2270-2277.
- Shleyfer E, Jotkowitz A, Karmon A, Nevzorov R, Cohen H, Buskila D. Accuracy of the diagnosis of fibromyalgia by family physicians: is the pendulum shifting? J Rheumatol 2009. Jan;36(1):170-173.
- Schmidt-Wilcke T, Clauw DJ. Fibromyalgia: from pathophysiology to therapy. Nat Rev Rheumatol 2011. Sep;7(9):518-527.
- Wolfe F, Ross K, Anderson J, Russell IJ, Hebert L. The prevalence and characteristics of fibromyalgia in the general population. Arthritis Rheum 1995. Jan;38(1):19-28.
- Arnold LM, Hudson JI, Keck PE, Auchenbach MB, Javaras KN, Hess EV. Comorbidity of fibromyalgia and psychiatric disorders. J Clin Psychiatry 2006. Aug;67(8):1219-1225.
- Yunus MB. Role of central sensitization in symptoms beyond muscle pain, and the evaluation of a patient with widespread pain. Best Pract Res Clin Rheumatol 2007. Jun;21(3):481-497.
- Katz RS, Wolfe F, Michaud K. Fibromyalgia diagnosis: a comparison of clinical, survey, and American College of Rheumatology criteria. Arthritis Rheum 2006. Jan;54(1):169-176.
- Culpepper L. Nonpharmacologic care of patients with fibromyalgia. J Clin Psychiatry 2010. Aug;71(8):e20.